martes, 9 de mayo de 2017

Mathieu tiene las horas contadas



Jeremy Mathieu será uno de los primeros jugadores que dejen de formar parte del nuevo proyecto de la próxima temporada. Mucho tienen que cambiar las cosas pero parece muy poco probable a estas alturas de año que el francés pueda cumplir el año de contrato que le queda. Su rendimiento no ha sido el esperado, se ha pasado más tiempo en la enfermería que en el campo y su edad (en octubre cumplirá 34 años) le dificulta formar parte de la nueva etapa que dará comienzo con el adiós de Luis Enrique. Solo la petición expresa del nuevo entrenador podría permitir que Mathieu se quedara una temporada más.

La paciencia de Luis Enrique con el galo ha sido ilimitada, aunque ésta tocó su fin el pasado 11 de abril en Turín. El Barcelona se retiró al descanso perdiendo por un rotundo 2-0 que ponía en alto riesgo la eliminatoria de Champions, pero lo peor fue la imagen y el escaso poder de reacción de los azulgranas, que fueron barridos por una Juventus muy bien posicionada sobre el terreno de juego. El entrenador azulgrana señaló a Mathieu. Primero le abroncó duramente en la caseta y posteriormente le dejó en el banquillo, dando entrada a André Gomes. Desde entonces, el francés no ha vuelto a jugar más. Estuvo en el banquillo los 90 minutos ante la Real Sociedad y en la vuelta frente a los italianos ni siquiera entró en la convocatoria. A partir de ahí, unas molestias han impedido al defensa estar a disposición del entrenador para los siguientes y últimos tres partidos. Unas molestias en el talón de Aquiles de su pierna izquierda parecen ser la causa.

Luis Enrique ya le ha puesto la cruz y solo el nuevo entrenador podría quitársela. Esta temporada Mathieu ha hecho un campaña para olvidar. De momento ya se ha perdido 24 partidos por diferentes lesiones y molestias físicas y en otros 14 encuentros se ha quedado en el banquillo o en la grada. Su aportación se ha quedado reducida a 16 encuentros (13 en Liga, dos en Champions y uno en Supercopa de España) de los que dos ha sido suplente. Unas cifras muy bajas, teniendo en cuenta que fue uno de los grandes beneficiados del cambio de sistema implantado por Luis Enrique en este último tramo de campeonato, ya que al jugar sin laterales, el francés se convertía en el central zurdo.


Sus historias con las lesiones vienen de lejos. Ya llegó al Camp Nou procedente del Valencia con este estigma y con la camiseta azulgrana se ha confirmado. Esta temporada cayó lesionado en el primer partido que disputó, ante el Sevilla en la Supercopa (lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha), lo que le tuvo tres encuentros de baja. Posteriormente, en octubre, se dañó durante la celebración de la final de la Supercopa de Cataluña que los azulgranas perdieron ante el Español. Unas molestias en el sóleo de la pierna derecha debían mantenerle tres semanas de baja, pero el periodo de recuperación se alargó durante dos meses y medio al recaer durante un entrenamiento en noviembre. El siguiente contratiempo llegó a finales de febrero cuando se lastimó el tobillo en un encontronazo con Correa en el Calderón. El esguince en el ligamento lateral externo del tobillo izquierdo le impidió participar en los siguientes cuatro encuentros, uno de ellos el de la histórica remontada ante el PSG (6-1). Y ahora se encuentra aún de baja por esas molestias en el talón de Aquiles.

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